Cómo hidratar la piel grasa

Aunque si estás leyendo esto muy probablemente sea porque tienes la piel grasa, o sospechas que la puedas tener, vamos a dedicar cuatro líneas a definir y a identificar correctamente este tipo de piel.

La piel grasa es un tipo de piel que produce un exceso de sebo, lo que puede dar lugar a una apariencia brillante y una sensación grasosa. La detección de piel grasa generalmente se realiza observando ciertos signos y características en la piel. Por ejemplo:

  • Brillo excesivo: La piel grasa tiende a lucir brillante, especialmente en la zona T del rostro (frente, nariz y mentón). Esta es una de las señales más comunes de piel grasa.
  • Poros dilatados: Los poros en la piel grasa tienden a ser más grandes y más visibles, especialmente en la nariz, mejillas y frente.
  • Sensación grasosa al tacto: Cuando tocas la piel grasa, es probable que sientas una película grasosa en la superficie, especialmente en la frente y nariz.
  • Propensión al acné: Las personas con piel grasa tienen una mayor tendencia a desarrollar acné, puntos negros y espinillas debido al exceso de sebo que puede obstruir los poros.
  • Maquillaje que se desvanece rápidamente: Si tienes piel grasa, es posible que notes que el maquillaje, especialmente la base y el polvo, se desvanece más rápidamente debido a la producción excesiva de sebo.
  • Sensación de pesadez después de ciertos productos: Al usar cremas o lociones, las personas con piel grasa pueden sentir que la piel se vuelve pesada o con una sensación grasa más intensa.
  • Sudoración excesiva: La piel grasa a menudo se asocia con una mayor producción de sudor, lo que puede contribuir al brillo y a la sensación grasosa.

¿La piel grasa necessita hidratación?

La respuesta es sí, la piel grasa también necesita hidratación.

Aunque puede parecer contradictorio, la hidratación es importante para todo tipo de piel, incluyendo la piel grasa. La clave está en elegir los productos de hidratación adecuados para evitar agravar el exceso de grasa.

La piel grasa tiene una mayor producción de sebo, lo que puede hacer que la piel se vea brillante y grasosa. Sin embargo, esto no significa que la piel tenga suficiente hidratación. El exceso de grasa no es equivalente a hidratación. La hidratación se refiere al contenido de agua en la piel, mientras que la piel grasa se refiere a la producción de sebo (una sustancia aceitosa).

Cuando la piel grasa no recibe la hidratación adecuada, puede responder produciendo aún más sebo para compensar la falta de humedad. Esto puede llevar a un ciclo de producción excesiva de grasa, obstrucción de los poros y posiblemente brotes de acné.

Por ello una hidratación adecuada es esencial para equilibrar la producción de sebo y evitar que la piel grasa empeore.

¿Cómo hidratar la piel grasa correctamente?

Lo primero que debes hacer, antes de empezar con la hidratación, es realizar una buena limpieza facial. Usa un limpiador facial suave, preferiblemente sin aceites y no comedogénico, para eliminar el exceso de grasa, suciedad y maquillaje.

Elige productos de cuidado de la piel etiquetados como "oil-free" o sin aceite para hidratar tu piel sin agregar más grasa.

Opta por una crema facial ligera y no comedogénica, diseñada para no obstruir los poros y reducir el riesgo de brotes de acné.

Las cremas en gel son ideales para pieles grasas, ya que se absorben rápidamente y no dejan una sensación grasosa.

Busca productos con ácido hialurónico, que ayuda a retener la humedad sin aportar grasa adicional.

Evita productos con ingredientes comedogénicos, como aceite mineral, manteca de coco y lauril sulfato de sodio, ya que pueden obstruir los poros y aumentar la producción de sebo.

Siempre utiliza protectores solares ecológicos específicamente formulados para pieles grasas y no comedogénicos, ya que la protección solar es esencial para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV.

Bebe suficiente agua a lo largo del día para mantener tu piel hidratada desde adentro hacia afuera.

No exfolies la piel en exceso, ya que puede causar irritación y estimular una mayor producción de sebo. Opta exfoliantes faciales suaves y no más de dos veces por semana.

Y, por último, controla el estrés, ya que puede afectar la producción de sebo en la piel. Encuentra formas de manejarlo, como practicar yoga, meditación o actividades relajantes.

Si tienes la piel grasa, ¡queremos leerte! Anímate y cuéntanos cómo la cuidas y qué te funciona mejor para mantenerla a raya.

Comentarios (0)

No hay comentarios en este momento

Nuevo comentario

Producto añadido a sus preferidos

 Suscríbete a nuestra newsletter

Y CONSIGUE 5 € DE DESCUENTO*

*válido hasta final de mes en pedidos superiores a 45 € impuestos incluidos.

Utilizamos cookies propias y de terceros para
obtener datos estadísticos de la navegación de
nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios.
Si acepta o continúa navegando, consideramos
que acepta su uso. Puede cambiar la configuración
u obtener más información aquí 

Producto añadido para comparar