Vitamina C
La vitamina C es un antioxidante potente que se ha asociado durante mucho tiempo con la prevención de resfriados y la mejora de la función inmunológica. Ayuda a estimular la producción de glóbulos blancos, que son esenciales para combatir infecciones. Además, la vitamina C puede reducir la duración y la gravedad de los síntomas del resfriado común. Puedes obtener tu dosis diaria de vitamina C a través de frutas cítricas, como naranjas, limones, pomelos, kiwis y también a través de suplementos.
Vitamina D
La vitamina D desempeña un papel crucial en la función inmunológica. Sin embargo, durante los meses de invierno, cuando pasamos más tiempo en interiores y recibimos menos exposición al sol, es común que nuestros niveles de vitamina D disminuyan. La vitamina D ayuda a regular la respuesta inmunológica y reduce la inflamación, lo que la convierte en un suplemento importante durante el invierno. Puedes obtener vitamina D a través de suplementos y también a través de alimentos como pescado graso, yema de huevo y leche fortificada.
Zinc
El zinc es un mineral esencial para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico. Ayuda a mantener las barreras naturales del cuerpo, como la piel y las membranas mucosas, y también es necesario para la producción de glóbulos blancos. El zinc puede ayudar a reducir la duración y la gravedad de los resfriados comunes. Puedes obtener zinc a través de suplementos y alimentos como carne magra, nueces y legumbres.
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