La Vitamina D es considerada una hormona, ya que juega numerosos papeles en el organismo. Interviene en la absorción intestinal del calcio alimenticio, en su fijación a nivel óseo, en la función muscular, en la preservación de la función cognitiva, sobre el sistema inmunológico y sobre el rejuvenecimiento celular de numerosos tejidos.Los efectos de su carencia puedes pasar desapercibido durante años, pero pueden ser importantes a largo plazo. Hay personas que se benefician de la suplementación en Vitamina D incluso en los meses de primavera verano: En caso de sobrepeso, las capas grasas de la piel secuestran la Vitamina D producida a partir de los rayos del sol. En caso de movilidad reducida, si no se exponen al sol. Edad de más de 50 años, debido a una menor exposición al sol (piel más frágil) y de una conversión más difícil de los precursores de la Vitamina D en Vitamina D en las capas del epitelio superficial de la piel. Vivir en ciudades con índices de contaminación elevados, ya que el CO2 absorbe los rayos UV. Si se sufre de mala absorción y enfermedades inflamatorias intestinales. Si se sufren trastornos óseos. Si se utilizan de forma regular las cremas anti-UV-B (índice >15), ya que pueden disminuir un 99 los UVB que penetran la piel. Si siguen regímenes alimenticios específicos (sin carne, sin pescado, sin huevos, o sin productos enriquecidos en Vitamina D).