Olvídate de los exfoliantes fuertes: esta lujosa y rica fórmula exfoliante a base de aceite se transforma suavemente en una leche delicada para limpiar, suavizar y renovar suavemente la piel sin quitar su humedad natural.

Las moléculas de aceite de albaricoque y avena reducen la suciedad y las impurezas, mientras que la arena volcánica natural ayuda a destapar los poros, eliminar las células muertas y pulir la piel. Estimula la renovación celular natural. Verás una tez más suave, tersa, visiblemente más brillante, limpia y radiante.

MODO DE USO:

Pon limpiador en las palmas secas y masajea sobre la piel seca con movimientos circulares, luego agrega un chorrito de agua para derretir el aceite en una leche delicada. Aclara. Seca la piel con palmaditas, luego aplica un tónico y humectante. Exfolia tu piel dos o tres veces por semana.