En el uso cosmético, muy fluido, el aceite de avellana deja la piel suave y satinada; muy penetrante, no deja una película grasosa en la piel. Debido a esta cualidad, los masajistas lo prefieren. Recomendado para pieles enrojecidas y frágiles, está muy indicado para el masaje y evita la deshidratación.

Utilizado todo el año en sinergia con los aceites esenciales, el aceite de avellana es una excelente base para los masajes revitalizantes. Calienta el cuerpo y transmite rápidamente y bien los posibles aceites esenciales de una composición.

En la gastronomía, su exquisito sabor a avellana se puede apreciar en ciertos postres o platos dietéticos. Úsalo también sin moderación en tus ensaladas porque es deliciosamente fragante.